No más crímenes de odio
Publicado: 04/04/2016
Escrito por: @rilumaka
Sección: “Historia de Resiliencia”
¡Hola mundo!
Quiero comenzar este relato con una cita apropiada para el tema a tratar.
Camilo José Cela dijo: “La más noble
función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel
cronista, del tiempo que le ha tocado vivir ".
Lo que haré a
continuación será eso, ser una fiel cronista de estos tiempos de régimen
socialista. Por cosas del destino, Dios, el escritor del cielo me ha escogido como al personaje que más
cosas le pasan, tal vez soy su Cantinflas, Charlie Chaplin o simplemente el
coyote de los Looney Tunes, no sé,
probablemente soy ese personaje que se usa, para que la trama adquiera
sentido, o para que los otros personajes aprendan sin tener que vivir en sus
poros, huesos y alma las lecciones de la universidad de la vida.
Desde hace
mucho no me pregunto "por qué a mí”, los que me leen, saben que todo lo
que me sucede lo convierto en un "para qué a mí”, y tras de ello diseño
una conferencia, escribo un artículo o me reservo la anécdota para el libro que
estoy escribiendo. Hoy quiero dedicar
estas líneas a la homofobia, a la intolerancia y a las sociedades que castigan
a las personas, su conducta o todo aquello que naturalmente es divergente.
Hoy más que
nunca le invito una taza de “café a la conciencia” y unas galletas con aroma de
meditación a los que probablemente, sin darse cuenta, están educando a sus
hijos para que constantemente demuestren que son ESO QUE SE LES EXIGE, o sea,
que sean normales. Vaya usted a saber qué es lo qué es ser normal, pero eso es
a lo que muchos padres aspiran.
Antes de
sumergirlos en uno de los relatos más crudos que leerán de mí, quiero compartir
algo que un osito cariñosito afecto a la dictadura me escribió:
"Tu y tu blog, son
basura, has hecho de tu vida un reality
chouw donde lo único que haces es manchar el nombre de la República con tus
fantasías historicas. Solo un gusano apátrida puede hablar mal de su país,
tantas cosas bonitas de las que ay que hablar, para que solo huses esta ventana
de democracia que debe ser regulada por el estado para evitar tantas
infamias. Gente como tu no debería vivir
y menos en un país como este. Es una lástima que respires junto conmigo el
mismo aire tricolor que dejo el legado del comandante, de tu enfermedad no aprendiste nada, como
dices que fue un maestro, el proceso
revolucionario no tiene la culpa de que tengas tanto odio que te dañes tu misma
con tanto odio. Usa el Internet para
crear espacios de reflexión de verdad y no para marchar el nombre de tu país
que te lo ha dado todo. Deja de hacer un
chouw de todo lo que te pasa, vive pa
adentro y traga fuerte que los trápitos sucios se lavan en casa, no tienes porque ventilar tu vida privada
acusando al proceso revolucionario de todo lo que te pasa en tu vida de
mierda"
Fíjate tú
chico, parece que te ha dado mal de
rabia en los dedos, te abrazó Darth Vader para darte el feliz año y Voldemort
susurró a tu oído todo eso que escribiste. Pues mira, lo realmente lamentable
es que tenga que escribir sobre estas cosas, que se viven más que nada en comunismo,
socialismo revolucionario y fascismo chavistoide. Pero tu escrito me sirve para
darle un mejor enfoque a mi más reciente vivencia, la cual contaré no porque me
place, sino porque decirlo es la única forma de que no quede impune todo el mal
que han hecho, porque así se escribe la historia, como es, no como nos gustaría
que fuese...
Pues bien, como
lo comenté en el post pasado, recientemente fui secuestrada y, posteriormente,
víctima de violencia sexual, cabe acotar que esta no ha sido la primera vez, ya
había sido víctima de abuso sexual a los 18 años. En la primera oportunidad,
fue un hombre convencido de que él iba a cambiarme mi orientación sexual,
decidió golpearme mientras me ordenaba que desde ese momento en adelante, a mi
lo que me tenían que gustar eran los hombres, que yo era cachapera porque a mi
“ningún macho me lo había sabido meter bien”.
Si estás grotescas expresiones le generan sentimientos de odio, si de
pronto se le sale un murmullo de "mal nacido" por favor deseche ese
sentir y más bien, anule de su vocabulario ese común "ayyyyyyy vale"
que suele decírsele a los hombres cuando hacen algo que pone en duda su
masculinidad, virilidad o simplemente lo hace verse medio afeminado. Como les
decía, aquél primer hombre actuó convencido que a alguien se le puede cambiar
desde el dolor. La mala noticia es que para transformar a alguien, si creemos
que esa persona está en un camino errado, la única herramienta capaz de lograr
eso es el amor, pero para amar a otros, primero hay que amarse a sí mismo. Y se
quedarían asombrados de cuanta gente se odia a sí misma y por eso solo es capaz
de maltratar al prójimo. Puede darse
cuenta que una persona infeliz consigo misma será la primera en decirle a
usted, "que gordo estás" o
" que viejo te ves" y ni siquiera lo han saludado a uno. No me estoy desviando del tema simplemente
le estoy demostrando como la hostilidad va gestando un odio que crece cada día con
esos simples comentarios.
Aquella
persona, no logró cambiar mi orientación sexual, sigo siendo fiel a lo que soy
y siento, porque mi vida es mía y con ella no ofendo a nadie, y si por los gays
el mundo está mal, si por los travestis los niños de hoy día no saben qué ser,
si por las familias homoparentales estamos llegando a Sodoma y Gomorra, no me quiero imaginar qué
será de nuestras vidas con los curas pederastas, los padres alcohólicos, las
madres que abandonan a los hijos en los hospitales o los policías que en lugar
de proteger a las personas, son ellos mismos los perpetradores de crímenes como
la violación de la que una vez más fui víctima. No crea usted, estimado lector,
que yo tengo el cuerpo del año o me visto como para tentar las ansias animales
de los ”peneman”, no, no, no, las 2 veces que he sido ultrajada han sido
crímenes de odio, porque no soy todo lo femenina que debe ser una mujer para
ser mujer. Resulta que uno paga impuestos e IVA, para pagarle el sueldo a
policías violadores. Lo que se siente debajo de la piel es indescriptible,
porque no son solo hombres, ellos representan una institución, que además te
toca darle las gracias a Dios, por no haber denunciado porque eso en la
dictadura venezolana socialista, es darle tus datos a los policías para que te
asesinen y luego aparezcas en el titular como un ajuste de cuenta.
Nos falta mucho
por aprender como sociedad, nos hace falta trabajar en lo espiritual, en lo
emocional y sobre todo en lo cultural; para ello citaré a Alejandro Moreno
quien en su maravilloso trabajo "La familia popular venezolana" nos
explica lo siguiente: "El machismo-poder es propio de los
grupos sociales en los que la figura paterna juega un papel importante en el
hogar y, por lo mismo, en la experiencia vital y el aprendizaje del niño. Se
transmite por identificación con el padre y lo reproduce. Lo llamaré machismo
de origen paterno.
El
machismo-sexo es, en cambio, de origen materno. En él, el factor poder, imposición
abusiva de autoridad, está bien presente pero subordinado al factor actividad
sexo-genital dispersa. El primero cumple como función principal el mantener y
reproducir como parcela inalienable de los hombres el uso de un determinado
poder, que se refuerza con el ejercicio exclusivo de un derecho particular a la
libertad sexual. El
segundo cumple en cambio la función de manifestar públicamente, y a todo el mundo,
que se pertenece de lleno al sexo masculino y, por lo mismo, se tiene derecho a
ejercer poder. En el primer
caso, la pertenencia sexual no está en cuestión. En el segundo, al parecer,
tiene que ser constantemente demostrada, como si una duda oculta la estuviera
cuestionando."
Por lo que dice
Moreno, el machismo sexo genital, es la meta cultural que lo hombres están
obligados a cumplir, a cada momento, tienen que demostrar que son hombres, que
son machos. Entonces qué mejor que 3
policías demostrándose unos a otros que son meros machos al darse entre ellos
mismos indicaciones: "méteselo por la boca para que sepa a que saben los
hombres", "méteselo por detrás para que sepa lo que es sentir a un
tipo", "eyacúlale adentro para que quede preñada". Esto que
estos seres hicieron, de algún modo se lo hicieron a ellos, desde pequeños,
obligándolos con ese “ayyyyy mariquito", forzándoles a una respuesta
automática "ven para metértelo para ver quién es mariquito". Esto que
describo crudamente aquí, lo hago con la intención de que dejemos de criar
machos, y comencemos a educar seres humanos que no estén obligados a demostrar
nada.
Reconozco que
me ha costado sanar, ahora que lo recuerdo porque durante un tiempo mi cerebro
bloqueó esos momentos y ahora me toca volver a mi paz, porque ciertamente,
todos los hombres no son iguales, la gran diferencia se halla en la educación,
sería un pecado igualar a Hitler con Gandhi, es por ello que debemos tomar
conciencia sobre cómo estamos educando a nuestros pequeños.
Finalmente, no
somos quienes para decidir sobre si alguien merece vivir o no en Venezuela, no
somos dueños de las personas para disponer de ellas cuando se nos plazca, no
somos nadie para obligar a el otro a ir en contra de su voluntad, solo somos
dueños de nosotros mismos y si no puedes con tu vida.... no interfieras en la
vida de quién sí sabe ser feliz con la suya.
Me despido,
anhelando poder escribir relatos más alentadores, más sabios y menos fuertes.
Luego de cada episodio épico que me ha tocado vivir, me gusta escoger un
modelo, una idea que replicar, en esta ocasión seguiré los pasos del gran
Mandela, en su biografía "El
legado de Mandela 15 enseñanzas sobre la vida, el amor y el valor" se dice
lo siguiente: "Mientras que sus
colegas veían a sus celadores y carceleros como un bloque homogéneo, la
personificación del cruel sistema del apartheid, Mandela por lo general trataba
de encontrar algo bueno y honorable en ellos.
Al final llegó a considerarlos tan víctimas del sistema como responsable
del mismo. Como me decía a menudo, eran hombres simples, incultos, aleccionados
en un sistema injusto y racista desde la infancia"
En esta oportunidad
escojo ser Mandela....
Escrito por @Rilumaka