La gratitud sana el alma...

Gracias por venir a este, tu balcon de letras...

Piensa, Argumenta, Vive

Gracias por venir a este, tu balcón de letras...

Para los socialitas de boca pero capitalistas de corazón.

Solo las sociedades que se libran de la envidia prosperan.

Retate a tener éxito

Si lo crees puedes lograrlo

Esta vida es un propósito

Venezuela es un país para descubrir ¿Cúal es?

domingo, 26 de noviembre de 2017

Gracias Nacho

“GRACIAS NACHO”
Publicado: 27/11/2017
Escrito por: @A_leuzenev
Sección: “14 cartas en frecuencia de agradecimiento

“La valentía más grande del ser humano es mantenerse de pie aun cuando se esté cayendo a pedazos por dentro”
                                                                                                                                     Anónimo
Notasi es lector consecuente de la sección “14 cartas en frecuencia de agradecimiento” puede saltarse el siguiente párrafo, si es un nuevo lector, disfrútelo, lo hemos dejado intacto para Ud.
  
Un martes por la mañana Jaim se preparaba para iniciar su día, apurada comenzó a atropellar su rutina, iba tarde a su encuentro con los conocimientos, de pronto su teléfono que nunca suena, le avisó que tenía una llamada entrante. Era su editor, ella no quería contestarle, sabía que la llamaba para pedirle un escrito que no tenía listo. Deslizó su dedo por la pantalla y con tono desdeñoso lo saludó, él le dijo que sabía que no tenía listo el próximo artículo, ambos intercambiaron risas como dos buenos cómplices. Él le dijo: - Esta llamada no es para que hables, esta llamada es para que escuches, cuando te propuse regalarte un blog llamado “Viviendo un país” bajo la dirección de “La vida y sus vainas” quería que hicieras lo que mejor sabes hacer, escribir sobre lo que vives, sobre lo que significa vivir un país como Venezuela, te lo regalé para que nos contaras lo que ves, lo que hueles, lo que sufres, lo que logras, pero, sobre todo, para que nos contaras cómo es que los venezolanos superan la adversidad. Sé que estás viviendo un país que a veces te dibuja sonrisas y en el mismo día te las quita. Pero también sé quién eres, así que prepara la tinta, viértela en el tintero, aquí te traigo una tarea que me ayudo a salir de la depresión que viví cuando también era un joven lleno de sueños pero sin dinero… nunca lo compartí con nadie, ahora siento que ha llegado el momento. Escribe 14 cartas en frecuencia de agradecimiento, dedícaselas a todas esas personas que te han construido como ser humano, que te han inspirado a seguir tras tus sueños. Es hora de agradecerles a todos esos seres que te han enseñado, reconstruido, motivado, salvado y hecho feliz  en ese maravilloso viaje que ha sido tu vida. Son 14 cartas porque las vas a escribir con el corazón de una niña de 14 años,  esa que ya va dejando de ser niña pero que todavía no termina de ser adulta… nos vemos en el próximo párrafo de nuestra historia, te quiero mucho mi querida Jaim…

Son las siete de la mañana de un lunes de noviembre, Jaim ya está a la espera del metro para ir a la universidad, el andén está a reventar de gente y de seres que fingen serlo. Cuando el vagón llega comienza la matanza para asegurarse un puesto sea dé pie o sea sentado, una joven que estaba embarazada comienza a pegar alaridos, al parecer los caballeros formados en el tiempo del hombre nuevo la están lastimando, entre gritos e insultos comienza el viaje que durará una hora. Jaim observa todo a su alrededor, apenas son las primeras horas del día y ya la gente tiene cara de abatimiento, olor a zorrillo muerto y actitud combativa.

Aquella escena comienza a deprimirla, siente que sus esfuerzos son un sin sentido, analizar lo que sucede no la alienta, es el olor de la ropa de los que viajan junto con ella lo que más la impacta, piensa que la degradación a la que están sometidos los venezolanos es cada día peor. Pensar así le avivan las ganas de llorar pero cómo hacerlo si se prometió a sí misma no sucumbir. Justo en ese momento comienza a sonar una canción, tan solo la melodía de entrada ya le erizaba la piel, se ajustó los audífonos y subió el volumen… Viva Venezuela mi patria bella, cantaba Nacho, en lo que escucho la primera estrofa sintió un relámpago que la apuraba a escribir, trató de tomar su libreta pero la cantidad de gente que la rodeaba se lo impidió, sin más opciones saco su celular con mucho miedo, temía que se lo arrebataran. Sin embargo asumió ser valiente y escribir las notas que venían impregnadas con aroma de libertad así que se dispuso a teclear en frecuencia de agradecimiento.
            
Carta #3
 GRACIAS NACHO
Hoy es uno de esos días en los que amanecí con ganas de rendirme y tirar mi esperanza por la ventana de este tren revolucionario que nos lleva en dirección al Auschwitz del siglo XXI. Pero ¿cómo hacerlo? Mientras escribo esto, escucho una canción que nos escribiste a los venezolanos para reconocer lo Valiente que somos por sobrevivir a este holocausto rojo. Gracias Nacho, de verdad, con el corazón en los dedos de este teclado te agradezco tanto que nos regalaras “Valiente” https://goo.gl/tznK1j  es la vitamina C para nuestros corazones. En lo particular me llena de vitalidad cuando creo que ya no voy a poder más.  
Te contaré como vivo cada estrofa para así poder agradecerte por esas frases, que son mi fortaleza en este clima hostil en el que han convertido a nuestra Venezuela. Escribo esto mientras voy viajando en el metro, con ganas de llorar, con una tristeza que me comprimía el corazón, hasta que escuché tu canto: “Ya casi rompo las cadenas, ya casi grito que llego la libertad… siento que mi alma estará llena y mi corazón también es paz (Estrofa compartida con Franco De Vita)” escucharte fue como recibir una descarga directa de electroshock que me reanimó inmediatamente.  ¡Gracias por eso Nacho! 
Ayer antes de llegar a casa me tocó ver a varios niños pelearse en el basurero por las migajas de algún alimento, yo solo pude pedirle a Dios por ellos. Cuando veo estas escenas que cada vez son más frecuentes por las calles del país, pero ausentes en el canal de todos los venezolanos (Venezolana de Televisión) siento que mi espíritu se va fracturando y vivo con el temor de que un día ya no sienta nada (tengo miedo que esta crisis me deshumanice), pero bueno, gracias a ti, recuerdo que soy Valiente que debo poner mis pies sobre la carretera y caminar un mejor futuro y sí ya la espera desespera. Como joven estudiante desespera ver perder tanto en el daño de una era. Como dices tú… yendo hacia atrás con tantas ganas de llevar la delantera, queriendo desarrollar de pronto escuelas culinarias para llevar a todos lados nuestra deliciosa Arepa (aunque actualmente no podemos ni comérnosla) ah no ellos quieren que nos confórmenos con ser los barrenderos de chamba juvenil.  Sí, Franco De Vita… como quisiera ver que se regresa el tiempo y que ese “Por ahora” hubiese sido un “Más nunca”… 
Gracias Nacho, por recordarme que hace tiempo yo también fui feliz, también quisiera volver a los momentos de magia y ensueño y que esos chamitos que vi comiendo de la basura tengan la suerte que tuvimos nosotros cuando pequeños. Gracias porque con esta frase me motivas  a seguir de pie, estudiando y siendo mejor persona. Aunque todo a mí alrededor se esté derrumbando tu canción es mi fortaleza. ¡Gracias Nacho!

No te imaginas lo que Valiente significa en mi vida. El día que a Juan Pernalete, mi gran amigo, lo asesinó el régimen por protestar para que ya la gente no tuviese que comer de la basura entre muchas cosas más. Con su muerte yo sentí que al fin el régimen me había quebrado y que no seguiría guerreando, pero ¡no!, esta estrofa llegó para reconstruir mi fe: Tengo que ser valiente... Valiente la fe nunca la debo perder, tengo que ser más fuerte, más fuerte subir mi voluntad a otro nivel. Me habían quitado a Juan pero tenía que volverme más fuerte, él no dio su vida por nada, así que nos toca subir día tras día nuestra la voluntad a otro nivel. Como diría Franco de Vita en esa misma canción... Seguir luchando es la garantía. Gracias por esta estrofa Nacho, me salva cuando quiero claudicar, al escucharla vuelve a mí el coraje para seguir adelante aunque tenga miedo. 
Esa es una frase que repito una y otra vez: Tengo que ser valiente... Valiente la fe nunca la debo perder, tengo que ser más fuerte más fuerte subir mi voluntad a otro nivel. De espíritu rebelde… Valiente. La escucho mucho porque hace que recuerde que sí, él se fue pero yo me quede, entonces debo seguir de pie en el cuadrilátero, con dolor sí, claro que sí, pero bueno hago como una vez dijo la princesa Leía "Toma tu corazón roto y conviértelo en arte" (Respiración profunda)... Esta canción hace que todo ese dolor que siento se convierta en arte. Gracias por eso Nacho. 
Cuando salgo por las mañanas y de camino a la universidad pienso en que voy a graduarme pero Juan y tantos otros  ya no podrán, la vista se me nubla re y vuelve otra vez la estrofa: Tengo que ser valiente... Valiente la fe nunca la debo perder, tengo que ser más fuerte más fuerte subir mi voluntad a otro nivel. De espíritu rebelde… Valiente. Ahora, tratando de que la frustración que siento no me diluya la fe, entonces subo mi voluntad a otro nivel, salgo de casa a estudiar todo el día con tan solo una comida, pero no me rindo y me aferro a seguir formándome en el debate y la crítica. Sobre todo me aferro a la idea de seguir pensando; ese es mi mayor acto de rebeldía para no caer en la mediocridad del régimen. Gracias Nacho, de verdad, Gracias, porque con esta canción me ayudas a no permitir que me roben el alma y me conviertan en un zombi.  
Mientras hay niños que hurgan en la basura más de uno prefiere estar modelándonos sus carros y sus joyas, dirán que no, que aquí no anhelamos tener comida en la olla porque con las bolsas de la esCLAPvitud somos felices. Lo cierto es que ante tanta adversidad, maltrato, momentos indignos que uno tiene que ver y compartir cuando no queda de otra, tu canción ha estado ahí como un bálsamo reconfortante que me recuerda que no hay tiempo para rendirse. Gracias por ser el excelente embajador que eres y mostrar ese lado positivo de nosotros para que vean que los venezolanos somos gente buena, no como aquellos que bailan salsa mientras las familias lloran a sus jóvenes caídos. 
Gracias por compartir tus éxitos porque con ellos me pones Happy, Happy. Infinitamente agradecida por todo lo que logras en mí, la fortaleza que encuentro con tu luz me hace pensar en yo también podré lograrlo. ¡Gracias Nacho!
Muchísimas gracias Franco De Vita, cuando cantaste los Hijos de la oscuridad, yo estaba muy pequeña, nunca me imaginé que esa sería una realidad que podía vivir Venezuela. Gracias por enseñarme que los artistas a través del arte también denunciamos. Gracias a todos: Víctor Muñoz, Franco De Vita, Nacho y al equipo de los Fantásticos por regalarnos esa canción a quienes no te dejamos de soñar. Gracias por ser la expresión y la voz de quienes salimos desde temprano a labrar con nuestras manos el despertar de un futuro que pronto veremos. Aquí estamos sembrando semillas de amor y de cambio por nuestra libertad…. ¡VALIENTE!   ¡GRACIAS

El viaje que comenzó como un tormento finalizaba con lágrimas de alegría, el pecho de Jaim estaba rebosante de felicidad, se sentía tan contenta por lograr  espantar un día más la tristeza que aún no era regulada por el Ministerio de la Suprema Felicidad. Su entusiasmo era genuino, una vez que terminó de escribir, cerró sus ojos y dijo en silencio GRACIAS NACHO…

Escrito por:@A_leuzenev 

viernes, 17 de noviembre de 2017

Concesionario de amigos

Carta # 2 “Concesionario de amigos”
Publicado: 17/11/2017
Escrito por: @A_leuzenev
Sección: “14 cartas en frecuencia de agradecimiento”

“En estos días se puede inventar una aplicación, iniciar un blog, vender cualquier cosa en Internet… Pero si eres un DJ, vas a necesitar comenzar con una pista. Y si es bastante real… y suficientemente honesta. Y si está hecha de todo lo que estas hecho tú… ¿De dónde viniste? ¿A quién conociste?... Tu historia. Entonces puedes tener la oportunidad de conectarte con el resto. Y quizás, esa sea tu entrada al resto de todo”                                                                                                        We are your friends
  
Nota: si es lector consecuente de la sección “14 cartas en frecuencia de agradecimiento” puede saltarse el siguiente párrafo, si es un nuevo lector, disfrútelo, lo hemos dejado intacto para Ud.
  
Un martes por la mañana Jaim se preparaba para iniciar su día, apurada comenzó a atropellar su rutina, iba tarde a su encuentro con los conocimientos, de pronto su teléfono que nunca suena, le avisó que tenía una llamada entrante. Era su editor, ella no quería contestarle, sabía que la llamaba para pedirle un escrito que no tenia listo. Deslizó su dedo por la pantalla y con tono desdeñoso lo saludó, él le dijo que sabía que no tenía listo el próximo artículo, ambos intercambiaron risas como dos buenos cómplices. Él le dijo: - Esta llamada no es para que hables, esta llamada es para que escuches, cuando te propuse regalarte un blog llamado “Viviendo un país” bajo la dirección de “La vida y sus vainas” quería que hicieras lo que mejor sabes hacer, escribir sobre lo que vives, sobre lo que significa vivir un país como Venezuela, te lo regalé para que nos contaras lo que ves, lo que hueles, lo que sufres, lo que logras, pero, sobre todo, para que nos contaras cómo es que los venezolanos superan la adversidad. Sé que estás viviendo un país que a veces te dibuja sonrisas y en el mismo día te las quita. Pero también sé quién eres, así que prepara la tinta, viértela en el tintero, aquí te traigo una tarea que me ayudo a salir de la depresión que viví cuando también era un joven lleno de sueños pero sin dinero… nunca lo compartí con nadie, ahora siento que ha llegado el momento. Escribe 14 cartas en frecuencia de agradecimiento, dedícaselas a todas esas personas que te han construido como ser humano, que te han inspirado a seguir tras tus sueños. Es hora de agradecerles a todos esos seres que te han enseñado, reconstruido, motivado, salvado y hecho feliz en ese maravilloso viaje que ha sido tu vida. Son 14 cartas porque las vas a escribir con el corazón de una niña de 14 años,  esa que ya va dejando de ser niña pero que todavía no termina de ser adulta… nos vemos en el próximo párrafo de nuestra historia, te quiero mucho mi querida Jaim…

Es la noche de un domingo de Noviembre, Jaim está en su cuarto, escuchando a la soledad y su atronador silencio, de casualidad percibe el cantar de los grillos que se cuela por la ventana, siente una paz extraña, guiada por el deseo de escribir busca su libreta, revisa sus notas y da cuenta que la segunda carta va a dirigirla a sus amigos. Cuando hizo la lista de las 14 cartas, vino a su mente el título concesionario de amigos, recordó lo que quería decir con ese nombre… ubicó el propósito y se dispuso a escribir.
Carta # 2
Concesionario de amigos
 Antes de que Venezuela entrara en el modo destructivo de patria querida, recuerdo que si uno quería comprar un carro iba al concesionario, se subía en el vehículo de su preferencia y empezaba a verse proyectado en él, aquella sensación era tan divina como probarse un par de zapatos, de esos que te ayudan a definir tu estilo. Uno se bajaba del primer carrito y, por soñar un poco se subía a una camioneta Ford, Chevrolet, Kia, Chrysler. Aquella era una sensación maravillosa con la que ya ni soñamos y eso debe hacernos reflexionar. Lo cierto es que, cuando se podía, uno iba y salía del concesionario con el carrito que mejor le hiciera sentir, con el que uno se identificase y lo hiciera sentir digno. Uno podía ¡escoger!

Con este exceso de patria que vivimos los venezolanos ya son pocas las cosas que uno puede decidir, cada vez se puede elegir menos; pero hay algo que aún nos pertenece, este algo se ha hecho más fuerte ante la crisis, nadie podrá arrebatárnoslo y es la capacidad de escoger a nuestros amigos. Ahora dadas las circunstancias, a veces uno está un poco frió o  triste y se pone distante para no contaminar a nadie, sin embargo a esencia de amigueros y buena gente no nos las van a quitar ni echándonos de nuestro país.  Es por ello que quiero escribirles a mis amigos, esos que me construyen y me ayudan a reconstruirme. Abróchense el cinturón que nos vamos, comienza la frecuencia de agradecimiento. Estén atentos a las descripciones porque por medidas de seguridad, no es prudente poner nombres. 

Quiero comenzar contigo mi negra, mi amiga de los estados de Whatsapp, tengo que agradecerte tantas sonrisas que me has sacado, la torta de red velvet que compartimos en tu cumpleaños, la foto que nos tomamos en el piso de Caurimare luchando por la libertad de nuestro país. Nos conocimos en las calles de Venezuela y desde ahí me abriste las puertas de tu casa, me permitiste ver crecer a tu bebé, compartir con tu perro, tomar sopa en tu hogar por esto muchísimas ¡GRACIAS! Me haces reír con tus loqueras cuando estoy que no valgo medio, gracias amiga, no hay palabras que puedan explicarte lo agradecida que estoy contigo, por cuestiones estéticas del texto no puedo repetir aquí tu palabra favorita, pero gracias por decírmela, me hace reír cuando más lo necesito. Negrita, altamente agradecida por regalarme la canción de Lasso “De tú a tú” (https://www.youtube.com/watch?v=jscmZWXcskc) fue mi fortaleza en aquellos meses cuando salir a la calle era como enfrentarme a una Hidra. Gracias por tu locura que le da sentido a la mía, GRACIAS…GRACIAS…GRACIAS. Eres ese carrito que escogí para sentirme regia, divina y proyectada. GRACIAS POR ESO.

A mi amiga la italiana, siempre quise tener una amiga de Italia, mi estomago que es muy sabio me lo recomendaba, gracias por consentirme con tu pasta, el vino, la mantequilla de maní, el durazno, la manzana. Gracias por ese “Yo también estoy sufriendo” mientras te comías una pasta con camarones, jajaja es un recuerdo grato que saco en mis tardes de melancolía. Gracias por compartir conmigo tu inocencia, haces que la mía pueda salir sin pena. GRACIAS por permitirme llorar a tu lado cuando la marabunta roja saqueó el negocio de tus padres y quedaste en cero, agradecida por ese voto de confianza. Gracias también por el desodorante que me trajiste del imperio para que no pierda la decencia. Por esto y muchas cosas más miles de Gracias. 

Mis amigas las veganas: Ustedes dos han iluminados mis viernes y sábados, la verdad es que son ese carrito que uno escoge porque es un guerrerito con el que siempre puedes contar. Juntas son ese Fiat Palio que hace que me sienta de maravilla. Por eso infinitas gracias. Mi chica polilla: te agradezco tu sinceridad y claridad, tu argumentación que enriquece la mía, Gracias por la cara de MEME que pones y me haces sonreír, yo nunca pensé ser tan feliz mientras trabajaba. GRACIAS POR ESCUCHAR MI PARLOTEO INCESANTE, DE VERDAD GRACIAS. Mi amiga la hormiga que fuma: gracias por compartir conmigo tu agudeza mental, abrillantas, enriqueces e impulsas la mía. ¡GRACIAS! Por volverme a conectar con mi lado humanista, ese que de pronto se me escapa por las rendijas de mis frustraciones. Gracias por hacerme reír el día que te dije el significado de mi nombre y me comentaste: “De lo que se pierde esta generación con sus trabalenguas de nombres” jajaja ¡Gracias! Me hiciste el día. Sin saberlo, ese diplomado me dio la oportunidad de escoger mi mayor adquisición del año 2017 ¡ustedes! Gracias por todo ese cariño que me han dado.

Para mis amigos del círculo del almuerzo,  siempre que puedo se los digo, el comer juntos nos ha hecho más que amigos... ahora somos una familia. Ustedes han logrado que la hora del almuerzo sea el mejor momento de mi día por eso ¡gracias! Snoopy tu comida es el alimento de mi ser, con ese sabor a gloria cuando como a tu lado siento que estoy con los dioses del Olimpo, GRACIAS por compartir tus alimentos conmigo. Mi amigo budista: me encantan tus temas de conversación, haces que el estudio de la sociología sea más interesante, estás loco como una cabra y me gusta porque mi loco se siente feliz al ver al tuyo ¡Gracias! Mi amigo cigarrillo, Gracias por ser el único que ha comprendido que no me va a volver a dar cáncer y fumas feliz conmigo cuando me provoca, te quiero como quiero a mis sombreros; con tu pacifismo y  esa rara forma de querer me has enseñado muchísimo, te ofrezco una disculpa por los momentos nazis que tengo a veces contigo por aceptar mis disculpas ¡Gracias! A mi amiga de oídos sabios al estilo Goffman, a ti te tengo que agradecer todo el amor que me das y el que compartas a tu mamá conmigo (Fans de mis artículos) muchísimas gracias amiga, por prestarme tus oídos y no juzgarme por las decisiones que tomo, pero lo que más te agradezco fue el dejarme a botada 10000 kilómetros en la Cota Mil, eso me ayudo a saber que mi resistencia física no tiene límites (lo siento tenía que ponerlo, este recuerdo me hace muy feliz y de esto se trata el ejercicio).  Mil gracias chicos, su amistad es ese carrito que  escogí porque además de sentirme súper cómoda en él, también me define. ¡Gracias!

A mi hermanita: hay tres cosas que quiero agradecerte sin que se me escapen, gracias a ti hoy tengo un trabajo maravilloso, gracias a ti aprendí que las personas que llevan coraza son las más hermosas y dulces del mundo todo es cuestión de ganárselas. Gracias a ti aprendí a pedir ayuda sin complejos de ningún tipo. Agradecida contigo por ser mi tabla de salvación en noviembre del año 2016, fuiste fuerza y vida para mí por aquellos días en donde la música de mi corazón se quería apagar. Amiga muchísimas ¡GRACIAS! Eres el carro que escogí porque contigo me siento única.

Para escribirte a ti, le pediré a mi corazón las mejores letras, de seda si es preciso, aún no puedo aceptar que con mi actitud te hice la maleta para que te fueras muy lejos de mi. Por ahora voy a darte las gracias por tatuarme 2 aprendizajes: ciertamente se necesita un poco de madurez para poder comprender el significado de la palabra irreparable... MUCHAS GRACIAS POR ESO Y POR ENSEÑARME A PEDIR PERDÓN. Eres ese carro del que nunca me hubiese gustado bajarme. Muchas gracias por escogerme como tu amiga. Te quiero Sofía.

A mi Yayi tú definitivamente me cambiaste la vida y ante eso creo que no hay palabras que valgan, sin embargo haré un intento. Te quiero dar las gracias por permitirme escribir el prólogo en tu hermoso libro de cuentos ¡que honor!, gracias por hacerme feliz incluso hasta cuando eres insoportable con lo de los Tigres de Aragua jajaja, gracias por enseñarme a celebrar mi cumpleaños como el magno evento del universo, gracias por ser mi hada madrina y presentarme un ejército de ellas... En la distancia tú me has hecho mejor persona. Gracias por hacer que me enamorara de mi mamá de nuevo. Gracias por ser poesía y enseñarme a leerte. Pero sobre todo, gracias por ayudarme a mirar mi historia con admiración. Gracias por empoderarme de esto que soy. Humildemente ¡GRACIAS!

A mi amiga la toronja, nos separamos a la mitad de la carrera y esa distancia fue necesaria para volvernos a encontrar en un momento especial, la tesis… Gracias por dejarme entrar de nuevo al vagón del tren de tu vida y que vivamos este viaje juntas. Tú me has enseñado a tomar de cada persona lo mejor y quedarme solo con eso. Eres como una toronja, pocos sabrán apreciar tu fragancia, tu explosión de sabor, sí ese sabor estridentemente particular. Infinitamente agradecida contigo por ser mi espejo y  mostrarme lo bello, lo feo y lo maravilloso de mi, gracias por soportarme y quererme, gracias por enseñarme que entre tú y yo no debe haber competencia, ambas somos valiosas. Contigo aprendí que todo lo que me moleste de ti es un problema no resuelto en mí. ¡GRACIAS por eso!

A mis ángeles del destino, recién muerto uno de mis padres te tocó a ti unir mis pedadacitos rotos con la buena noticia de que me habían becado al 100%, Gracias por celebrar conmigo ese día como un par de niños que se comen un helado a la orilla de la playa, sentí de corazón que mi alegría era la tuya, no tengo palabras para agradecerte todo lo que has hecho por mí, sobre todo por llevar a mi casa un día a una muñeca hermosa que cada vez que la veo me repara el espíritu con sus abrazos. Muñeca (Respiración profunda)… Gracias por abrazarme en estos días donde la prisa nos gana y ya no nos queda tiempo sino para correr tras alguna bolsa de algo sin nada, para mí no eres una persona común ni poco interesante, ante mis ojos eres el sol que me deshiela el corazón que este exceso de patria trata de endurecer, por eso muchísimas ¡GRACIAS! Ustedes son esa camioneta Chrysler que me mantiene viva la ilusión… Gracias infinitas.

En el concesionario de mi vida atesoro muchos más carritos y camionetas, solo que por razones de espacio hoy no los puedo exhibir a todos aquí, pero lo llevo grabados en el pecho y a la izquierda. Ahí donde también habita Venezuela… (Lagrimas)… mi gran amiga a la que le debo tanto que mi manera de darle las gracias es haciendo de lo que vivo en ella, una historia de orgullo y aprendizaje. Venezuela, gracias por ser mi camioneta Autana.


Jaim se dio cuenta que el párrafo final le había nublado la vista, sentía placer, sentía alegría, aunque hubiese descubierto que su papá mintió aquel día cuando le dijo: “A medida que crezcas vas a contar a tus amigos con los dedos de una mano y van a sobrarte dedos… sonrió y se dijo: “No en Venezuela papito”… 

lunes, 13 de noviembre de 2017

Quiero honrar a mis jefes


                       

                     Carta #1 “Quiero honrar a mis jefes”
Publicado: 13/11/2017 
Escrito por: @A_leuzenev 

Sección: “14 cartas en frecuencia de agradecimiento” 

“Cuando la depresión te aseche, espántala con frecuencia de agradecimiento, cuando la tristeza venga por tu felicidad, abre tu blog de notas y escribe cartas en frecuencia de agradecimiento. Querida mía, cuando sientas que estas a punto de rendirte, solo enfócate en agradecer porque al decir gracias estarás salvándote de los sentimientos que resienten al cuerpo al creer que nunca has tenido nada por lo que valga la pena dar las gracias” 
           Palabras del editor y creador de “14 Cartas en frecuencia de agradecimiento” 
Un martes por la mañana Jaim se preparaba para iniciar su día, apurada comenzó a atropellar su rutina, iba tarde a su encuentro con los conocimientos, de pronto su teléfono que nunca suena, le avisó que tenía una llamada entrante. Era su editor, ella no quería contestarle, sabía que la llamaba para pedirle un escrito que no tenia listo. Deslizó su dedo por la pantalla y con tono desdeñoso lo saludó, él le dijo que sabía que no tenía listo el próximo artículo, ambos intercambiaron risas como dos buenos cómplices. Con tono directivo le comunicó lo siguiente: - Esta llamada no es para que hables, esta llamada es para que escuches, cuando te propuse regalarte un blog llamado “Viviendo un país” bajo la dirección de “La vida y sus vainas” quería que hicieras lo que mejor sabes hacer, escribir sobre lo que vives, sobre lo que significa vivir un país como Venezuela, te lo regale para que nos constaras lo que ves, lo que hueles, lo que sufres, lo que logras, pero sobre todo para que nos contaras cómo es que los venezolanos superan la adversidad. Sé que estás viviendo un país que a veces te dibuja sonrisas y en el mismo día te las quita. Pero también sé quién eres, así que prepara la tinta y recarga el tintero, aquí te traigo una tarea que me ayudo a salir de la depresión que viví cuando también era un joven lleno de sueños pero sin dinero… nunca lo compartí con nadie, ahora siento que ha llegado el momento, escribe 14 cartas en frecuencia de agradecimiento, dedícaselas a todas esas personas que te han construido como ser humano, que te han inspirado a seguir tras tus sueños. Es hora de agradecerles a todos esos seres que te han enseñado, reconstruido, motivado, salvado y hecho feliz en ese maravilloso viaje que ha sido tu vida. Son 14 cartas porque las vas a escribir con el corazón de una niña de 14 años,  esa que ya va dejando de ser niña pero que todavía no termina de ser adulta… nos vemos en el próximo párrafo de nuestra historia, te quiero mucho mi querida Jaim… 

No hubo intercambio de palabras, no dio chance para objetar ni preguntar cuándo, cómo, ni de qué manera, la llamada ya había finalizado. Jaim comenzó a pensar en esa lista de 14, salió de casa como alguien que deambula, solo que ella iba pensando en nombres, temas, momentos y aprendizajes. Vivió su día pensando cómo abordar aquel reto, luego de su jornada diaria, se hecho en la cama, aún no se le ocurría nada, se quedo dormida pensando… hasta que en plena madrugada, su mente la asaltó diciéndole: ¡arriba las manos, dame todos tus pensamientos! 
Las letras habían llegado, a la primera historia le urgía ser atendida,  corrió como una loca por toda la casa, buscando su blog de notas, lo tomó como si temiese que las ideas huirían de ella. Y se dispuso a escribir. 
Carta # 1 
Quiero honrar a mi jefe 
Hace un tiempo en el cine proyectaron una película que se llamaba  “Quiero matar a mi jefe”.  Hicieron la uno y luego la dos. En ambas uno puede ver un par de cosas: (1) que los jefes suelen ser tan coños de madre que desatan en el trabajador uno que otro instinto asesino ¡Vamos, seamos sinceros, a veces provoca matarlos! Y (2) existe una lógica por la cual son los jefes: Porque  son como lobos de los cuales uno tiene mucho que aprender. Por mi parte, me voy a quedar con la segunda para iniciar mi vida en frecuencia de agradecimiento.  
Pues bien, yo no tengo un jefe, tengo tanta suerte que tengo dos: mi jefe inmediato es una mujer (socióloga) y mi superior es hombre (politólogo). Debo confesar que no es tarea sencilla trabajar al ritmo del vals que se toca en la oficina de mi jefa y luego,  al caminar tan solo unos 20 pasos, apretar el cordón de mis zapatos porque al entrar a la oficina de mi jefe, uno debe bailar reggaetón intenso y sin pareja. La verdad es un contraste genial, a veces me siento atacada por la bipolaridad: ella es paz y él es intensidad, ella es humildad y él es inspiración, ella es la mamá que te abraza cuando has tenido un mal día y él es el  papá que te da fuerzas, motivos y razones para seguir con esperanza. 
La razón por la que escogí escribir sobre ellos es la siguiente: cuando pienso en ambos, solo se me vienen a la mente aprendizajes bonitos, ellos me hacen estar enamorada de Venezuela de forma irrenunciable, me hacen amar a este país con un latir de intensidad que solo se siente por el amor reciproco. Nuestro trabajo consiste en hablar de la libertad cuando en el país entero todos los días nos encierra más y más, nos toca organizar eventos para los empresarios, los ayudamos con lo que somos y tenemos (amor por esta tierra). Trabajar en esto no es sencillo, porque tenemos la tarea de  organizar eventos de calidad en una sociedad que ya está perdiendo el paladar por lo bueno, cuando hacemos los eventos de escenarios tratamos de buscar las más diversas miradas sobre la crisis que vive Venezuela; los panelistas no solo deben mostrarnos la realidad del país sino que deben darnos razones para la esperanza y es ahí donde la tarea se nos pone peliaguda, buscar quien hable de lo mal que va el país no es difícil. Ahora encontrar quien hable de cifras, situaciones, medidas económicas, que explique por qué estamos como estamos sin culpar a la gente que también está sufriendo y que además de eso, nos inspire… no es cualquier trabajo. 

hace poco alguien me comentó: “es un chiste lo que pagan las empresas de utilidades, verdad que sí”…  lo miré y le dije: -Pues no sé, este año no cobro utilidades- su cara dejó ver que su espíritu izquierdoso mal comprendido se agitaba, salió su ser sindicalero y me dijo: -“¿Cómo que no? Si tú tienes tiempo ahí”… - respiré y, sin ánimos de explicarle mucho, le dije: -Apenas acabo de ingresar oficialmente a la nomina- veía en su mirada que estaba indignado y sabía que en breve me soltaría algo de Marx y alguna frase de explotación; era cuestión de segundos, así que me dijo: -“pero te tienen que dar algo, no sé un bono por rendimiento, tu le echas bolas, no vayas a dejar que te jodan, algo te tienen que dar”… - con esta última frase me quiero quedar, es perfecta para iniciar las “14 cartas en frecuencia de agradecimiento”. 

Nuestros ojos son como el lente de una cámara, enfoca y dispara. Si uno como trabajador, hijo, estudiante o ciudadano siempre va pensando que a uno algo le tienen que dar,  si solo pensamos que nos tienen que dar, estamos perdiendo dos tipos de enfoques: (1) cuándo es que tenemos que dar nosotros (2) agradecer lo mucho que nos han dado. 
Enfocaré mi mirada en lo mucho que me han dado e iniciaré el ejercicio de la frecuencia de agradecimiento: a ti jefa, te agradezco por ser mi mayor fuente de inspiración humana, sencillez, humildad (cosa no muy sencilla para los sociólogos jajaja), te agradezco el haberme dado la oportunidad de acompañarte en esa ardua labor de brindar espacios de esperanza en un país que parece haber perdido hasta la ilusión, te agradezco aquel acto de amor tan hermoso como fue ¡dejar de comerte tu empanada de queso! para dármela a mí porque mi desayuno no se veía estéticamente apetitoso ¡GRACIAS!. 
Te agradezco  la paz con la que me recibes cuando llego tarde al trabajo,  aunque no usas el metro  comprendes que es toda una odisea; por eso y más ¡GRACIAS! Te agradezco tu solidaridad ante los momentos duros que me han tocado vivir y el estar allí siempre con tu sonrisa tan preciosa, esa  que me hace sentir que todo va a pasar ¡GRACIAS! Finalmente te agradezco el que me exijas como tu empleada pero me trates como alguien de tu familia, muchísimas ¡GRACIAS! 

A ti jefe, te agradezco el haberme recibido con los brazos abiertos para llevar a cabo la tarea de reconstruir intelectual, ética y moralmente a este país. ¡GRACIAS! Te  agradezco toda la confianza que has depositado en mí, siendo este momento país complicado,  en el que  uno debe cuidarse hasta de la sombra, porque cualquiera por envidia te lastima, ¡GRACIAS! Te agradezco profundamente todas las lecciones, aprendizajes, que con tu ejemplo me das  ¡GRACIAS! Te  agradezco los dulces, los almuerzos, los chistecitos sarcásticos, los libros que compartimos ¡GRACIAS! Te  agradezco el haberme inspirado para ir a trabajar cuando la depresión no me lo permitía, te agradezco esa frase de “cuando la vida sea dura contigo, maravíllate de lo sublime” ¡GRACIAS! Infinitas gracias por permitirme estudiar en este momento país donde solo unos pocos pueden hacerlo, te agradezco la seguridad económica que me das para que vaya cada día a la universidad, para que mantenga vivo ese sueño de graduarme de socióloga. Finalmente te agradezco el ser duro como una roca y liviano como una pluma cuando de trabajo se trata ¡GRACIAS! 
Me despido con una reflexión: si uno espera que el año finalice para recibir mediante una compensación económica la retribución por todo el trabajo realizado, la inflación que vivimos nos hará ver que “las utilidades son un chiste”. Pero si uno se detiene a observar todo lo que ha recibido durante el año, mes a mes, acción tras acción, se da cuenta que ha recibido más que esas anheladas utilidades devaluadas. 
Por esto y más,  no quiero matar a mis jefes, yo los quiero honrar y darle las gracias por todo lo que me han dado.  

Aquel punto y aparte fue uno de los más placenteros que Jaim había colocado luego de mucho tiempo. Cerró su librera y se dispuso a sentir el placer que le reportaba su cuerpo, se sentía feliz, eufóricamente alegre, y fue ahí, mediante ese sentir que comprendió de qué se trataba escribir las “14 Cartas en frecuencia de agradecimiento”


Escrito por: @A_leuzenev